domingo, junio 22, 2014

el censo de escuelas de educación básica en México, sus irregularidades y el sueldo de docentes fantasma

Desde la creación de la Secretaría de Educación Pública en 1921, no se había realizado un censo sistemático de las escuelas en el país. Esto significa que la SEP realizó su trabajo de organización y administración "a ciegas o a oídas" durante 90 años, según las condiciones de cada administración federal, las sensaciones y sentimientos de tal o cual funcionario, con las antenitas de vinil de uno que otro secretario. Y para el 2013 se anunciaba con bombo y platillo, que se realizaría un censo a cargo del INEGI para, por vez primera (sic) ordenar el sistema escolar nacional. Bueno, el INEGI entregó los resultados del censo, descubriendo por vez primera (sic) una gran cantidad de irregularidades con las plazas, nombramientos, salarios, comisiones, y un gran etc. El censo muestra una gran cantidad de personas dedicadas a la "administración" del sistema:

Más de 298 mil profesores y trabajadores de la educación no están en las escuelas en las que se supone laboran, debido a que están “comisionados” en funciones sindicales o administrativas, renunciaron, ya se jubilaron, fallecieron o nunca se han presentado a trabajar en la escuela donde cobran sus sueldos. Los Resultados Definitivos del Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos que presentó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) refieren que uno de cada 10 profesores que no están en la escuela es porque cumplen funciones que les encomendó el SNTE o tienen alguna licencia, quienes en total suman 30 mil 695. En tanto que 39 mil 222 profesores y personal administrativo, equivalente a 13 por ciento de los 298 mil, son trabajadores afiliados al sindicato magisterial que cobran en un plantel donde “nadie los conoce” y nunca se han aparecido y 114 mil 998 no estaban en esa escuela porque ya fallecieron, se jubilaron o están pensionados. Al hacer entrega del censo a la SEP, el presidente de la Junta de Gobierno del instituto, Eduardo Sojo, explicó que ese personal que está fuera de las escuelas, pero que sigue en la nómina, refleja la necesidad de tener registros administrativos más precisos, ya que los datos anteriores reflejan irregularidades. Del total de los maestros, directores, supervisores e inspectores censados, más de 36 mil se negaron a dar información y según la encuesta que se aplicó de septiembre a diciembre de 2013, 978 mil 118 maestros sí se encuentran dando clases a los más de 25 millones 777 mil alumnos de educación básica y especial del país.

Y resulta un asunto muy complicado la "administración de oídas" que tiene la SEP ya que casi todo el presupuesto se utiliza para pagar salarios, en una nómina en donde no están todos los que deberían, y hay profesores fantasma, con más de 100 años de edad, que nadie conoce en ninguna escuela:

México es uno de los países que destina miles de millones de pesos a la educación; sin embargo, invierte mal. De cada 100 pesos del gasto público federal, 84.30 pesos se va en sueldos y salarios de profesores y personal, 4.40 en pago de servicios del inmueble; otros 4.40 pesos en becas de alumnos; 3.30 en capacitación a profesores; 3 pesos en infraestructura y apenas 70 centavos en libros, cuadernos y útiles escolares. Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), lamentó que cada año nuestro país sea uno de los que más porcentaje de su PIB destina a la educación y los resultados de aprovechamiento académico sean tan bajos. “Lamentablemente, pese a ser parte de los países que más destina a la educación, tenemos malos datos; muy poca posibilidad de mostrar comprensión en lectura o problemas matemáticos, y eso por supuesto se va arrastrando y se traduce en una dificultad para tener profesionales altamente capacitados”, apuntó. Mexicanos Primero han señalado de manera constante que se invierte mal. Ejemplo del mal uso de los recursos lo revela el dinero que se va en el pago de sueldos de maestros fantasma. El Censo de Maestros, Alumnos y Escuelas, que el INEGI presentó el 31 de marzo, detectó que hay 39 mil 222 trabajadores que nadie los conoce donde supuestamente laboran.

Y los que laboran, muchos no tienen plaza y otros tienen más de cuatro plazas:

En México, al menos 65 mil 800 trabajadores de la educación no tienen plaza. De ellos, 53 mil 386 son maestros frente a grupo, mil 507 son directores, 4 mil 884 laboran como profesor y director y 7 mil 739 son docentes en apoyo educativo, que incluyen a los asesores técnico pedagógicos. En contraste, 97 mil 479 tienen cuatro o más plazas, de los cuales más de 90 mil son profesores con alumnos, 613 directores y más de 7 mil 771 son docentes de apoyo a la labor educativa. Otros 41 mil tienen hasta tres plazas; 103 mil 884 de quienes se desempeñan en funciones administrativas y docentes tienen dos plazas, y 851 mil sólo tienen una. De éstos, 672 mil 248 corresponde a docentes frente a grupo. Se estima que en total un millón 94 mil 308 integrantes del personal educativo nacional tiene una plaza.

El secretario afirma que no se pagará a los maestros que no participaron en el censo ya que no se les incluirá en la nómina única; un monstruo de un millón 94 mil personas, más las que se acumulen:

El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Emilio Chuayffet Chemor, informó que unos 150 mil maestros de los estados de Oaxaca, Chiapas y Guerrero no se censaron y esto impedirá incluirlos en la nómina única. En caso de que no se integren, no se les pagará su salario, advirtió. En una gira de trabajo, el ex gobernador del estado de México señaló que en el censo que hizo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) tuvimos 41 por ciento de negativas en Oaxaca, 27 por ciento en Guerrero y en Chiapas, 27 por ciento. Lo advertimos hace mucho tiempo: el maestro que no se cense y no quede en la nómina, pues no va a recibir pago; así de sencillo: no va a recibir pago. El censo era una obligación, lo decía la ley en un transitorio, y los transitorios, según la Corte, son tan válidos como un artículo principal, puntualizó. Aunque los que no están en el censo tampoco están condenados, por ahora, a no recibir un sueldo, porque tenemos un proceso de complementarios de la nómina que quizás nos permita reducir la brecha entre los que no fueron censados y los que están ya censados. En el Inegi nos dijeron que son cerca de 150 mil (los no censados).

Mientras el secretario está interesado en los docentes que no se incluyeron en el censo, la sociedad civil se interesa por los nombres que aparecen en el censo que gozan de sueldo puntual, pero que nadie conoce en las escuelas. Por cierto, el SNTE dice que se desconocían tales irregularidades:

Un grupo de al menos cien organizaciones civiles exigió que sea utilizado el censo que el INEGI entregó a la SEP el lunes pasado para eliminar las irregularidades que se detectaron, como el hallazgo de 39 mil profesores y trabajadores administrativos afiliados al sindicato que cobran en un plantel donde nadie los conoce y nunca se han aparecido. Las asociaciones que integran el Ojo Ciudadano, como Mexicanos Primero, Alianza Cívica y la Asociación a Favor de lo Mejor, solicitaron a las autoridades educativas que la información sirva para aplicar sanciones contra quienes han permitido actos ilegales. En una revisión que las ONG hicieron sobre el censo se da cuenta de que 138 mil 485 personas tienen tres o más plazas y que 23 mil 540 laboran en tres o más centros de trabajo. “(El censo) puede ser inútil si sus resultados no se traducen en mejores políticas públicas”, expresaron las asociaciones en un documento firmado. En una revisión a los resultados del censo educativo que presentó el INEGI, las asociaciones civiles que integran el Ojo Ciudadano, como Mexicanos Primero, Alianza Cívica y la Asociación a Favor de lo Mejor, detectaron que además de los 39 mil docentes fantasma, otros 138 mil 485 personas tienen tres o más plazas y señalan que es humanamente imposible que una sola persona pudiera trabajar en un solo día en tres plazas. Otro de los datos irregulares son los 23 mil 540 personas que laboran en tres o más centros de trabajo, lo cual también es una incongruencia, ya que tan sólo para trasladarse sería muy complicado que una persona esté en tres diferentes lugares. Al revelarse que en el país hay más de 39 mil empleados fantasma en la educación, el presidente del SNTE, Juan Díaz de la Torre, aseguró que desconocían que existían ese tipo de irregularidades, ya que jamás ha sabido de los famosos aviadores y por lo tanto no los defenderán, porque el gremio no protege a trabajadores que cobran sin laborar. De los 39 mil 222 trabajadores afiliados al SNTE que nadie conoce en el centro de trabajo donde se supone que laboran, por que nunca han puesto un pie, y que por tanto son fantasma, el líder del gremio magisterial puntualizó que no los van a defender, porque “si alguien cobra por trabajar y no se sabe dónde está, de ninguna manera se les va a defender”. Respecto de los profesores comisionados, y pese a ser el líder nacional del sindicato, dijo que desconoce cuántos maestros desempeñan una función sindical y si éstos siguen cobrando su sueldo de docente, ya que no deberían recibirlo si tiene un cargo para el gremio, porque son licencias que deben otorgarse sin goce de sueldo. En el censo, el INEGI aclaró que 30 mil 695 profesores no están en la escuela es porque cumplen funciones que les encomendó el SNTE o tienen alguna licencia.

Además de estas irregularidades, que todavía no se regularizan, los datos del censo tienen otras incongruencias que revisaremos en otra entrada.





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