miércoles, mayo 22, 2013

el elefante bibliotecario de Fox y el continuismo en el sistema de bibliotecas públicas en México

En el año 2000 millones de mexicanos pensaban con optimismo que la tragedia del viejo régimen sería superada.... el problema es que todos los gobiernos federales simplemente siguen casados por la eternidad con el liberalismo social que impulsó Carlos Salinas de Gortari..... una fábrica de pobres en un país en donde la economía también crece de forma miserable. Nuevamente llegamos a crecimiento económico cercano al 3% (claro, con las cifras infladas de todo gobierno en turno). Cuando Salinas pensó que cambiaría el futuro del territorio mexicano poco se sabía del gran cambio global. No se tenía la claridad de que el conocimiento sería la nueva riqueza y que aquellos países que apuestan por la administración de la ignorancia permanecerían en el cuarto y tercer mundo. Salinas y sus seguidores en los últimos 40 años no se dan cuenta de que sin buena educación e inversión en investigación y desarrollo tecnológico seguiremos en la pobreza. En el mismo periodo, del liberalismo social mexicano, Irlanda nos rebasó por la derecha y Brasil por la izquierda y tienen mejores proyecciones de futuro que México. Veamos que ha pasado con el sistema de bibliotecas públicas en México..... ¿Ha ido a a alguna en la última década? ¿Qué imagen tiene de ellas en su cabeza? Si no ha ido y tiene la idea de lugares llenos de libros poco interesantes es que nada ha cambiado. Recuerda el elefante blanco de Fox, pos sigue igualito:

Al hacer un diagnóstico de la situación actual de la Biblioteca Vasconcelos del Distrito Federal, Daniel Goldin, el nuevo director del recinto reconoce que en el sexenio pasado prácticamente no se incrementó el acervo de libros, además, sólo cuenta con 49 por ciento del personal con el que fue inaugurada en 2006, lo que muestra que no ha tenido un crecimiento, sino un descenso. Goldin expresó que se ha confinado a la Biblioteca Vasconcelos, no obstante haberse ha duplicado o triplicado el número de visitantes que atiende, lo cual considera una situación paradójica., Goldin encontró un recinto que tiene más de 2 millones 300 mil servicios prestados al año, y aunque el número de visitantes no es el mayor, la población que asiste a la biblioteca es diversa porque van padres de familia, estudiantes universitarios, jubilados y de la tercera edad.

Las bibliotecas mexicanas siguen el ideal del siglo XIX, el problema es que las bibliotecas públicas no contribuyen a erradicar la ignorancia de la sociedad mexicana y además no pueden competir con las TIC. Los internautas encuentran más información relevante en la selva semiótica (en donde sobrevive el que publica más) de internet que en una biblioteca pública mediana que atiende a estudiantes de secundaria (a lo sumo). En lugar de convertirse en una red pública de información, conocimiento y sabiduría, siguen como pequeños espacios al servicio de la educación básica de algunos estudiantes (no todos ya que la mayoría ni se asoma por error a la biblioteca pública):

En México opera la Red Nacional de Bibliotecas Públicas que coordina la Dirección General de Bibliotecas. Está conformada por 31 redes estatales y 16 delegacionales que integran todas las establecidas en nuestro territorio. Esta red agrupa más de siete mil 350 bibliotecas públicas, establecidas en dos mil 281 municipios, 93.2 por ciento del total existente en el país. Uno de los grandes rezagos para operar una verdadera red en México es la conectividad, pues de acuerdo con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, unas cuatro mil bibliotecas del país –más de 60 por ciento– no cuentan con internet. En la administración anterior se anunció la compra de discos duros de medio terabyte para esas bibliotecas, con los que se aseguró, podrían acceder a tres mil documentos digitales. Compárese con las bibliotecas públicas de Medellín es que cuando se entra a ellas lo que menos se ve son libros. Lo primero que hay son aulas llenas de computadoras, salas infantiles o salones en los que se reúnen jóvenes y adultos para participar en talleres o actividades recreativas. La apuesta ha sido convertirlas en espacios para el desarrollo urbanístico y sociocultural y no sólo ofrecer servicios bibliotecarios. Se entiende que la biblioteca es eso que jala el desarrollo en el barrio o en el sector al que pertenece, no pueden ser sólo libros”. El plan sectorial incluyó la construcción de los Parques biblioteca, complejos arquitectónicos que más que libros, buscaban la recuperación de zonas marginales a través de una solución urbanística y la reinserción de la comunidad por medio de programas creados para la educación permanente.

Mientras el sistema escolar y bibliotecario de México insista en mantener la ideas del siglo XVI seguiremos administrando la ignorancia y la pobreza. Mientras que la sociedad mexicana siga empeñada en creer que la educación y la sabiduría es cosa de los "poderosos" y que hay que poner veladoras para salir de la pobreza, seguiremos viendo como nos adelantan por derecha y por izquierda. Mientras se piensen que la biblioteca pública es un espacio lleno de libros y no de personas aprendiendo y reflexionando seguiremos en el tercermundismo. 


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